Todo lo que encierra nuestra cultura y arte...y mucho más!!!

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CANCIONES Y COMPOSITORES ECUATORIANOS

Esta sección quiero dedicarla a todos los amantes de la buena música ecuatoriana, para que puedan facilitarse de letras de canciones, biografías de autores y compositores, historias de como se crearon las canciones, partituras y algo más sobre nuestra hermosa cultural musical ecuatoriana,que les sea de gran ayuda a todos los que ingresen a este blog.

BIOGRAFIAS DE ARTISTAS AUTORES Y COMPOSITORES ECUATORIANOS








En esta sección queremos darles a conocer datos breves de la vida de algunos de los compositores, autores, artistas, músicos y más personajes de nuestra cultura musical. Aprovéchenla al máximo. Gracias.






ÁNGEL LEONIDAS ARAUJO CHIRIBOGA



Nació en Riobamba el 21 de Octubre de 1900, a los 13 años de edad compone su primera canción.

A partir del año 1921 con su haber literario musical enriquece el folklore nacional presentando sus obras: AMOR GRANDE Y LEJANO, NEGRA PENA, TUS OJOS, VASO DE LÁGRIMAS, ALEJÁNDOSE, CON TUS DESENGAÑOS, MIS PESARES, SOLO, AÑORANZAS, CUANDO ME MIRAS, OJERAS, ALMAS GEMELAS, OJOS NEGROS, y quizá el más conocido de todos por lo polémico de su texto, el pasillo REBELDÍA.

En 1925 recorre otros rincones del país como Fiscalizador de Impuestos y en 1945 publica su libro “HUERTO OLVIDADO” para luego viajar a Colombia y radicarse en Bogotá desempeñándose como Jefe de Redacción de la Revista Estampa, en donde escucha su pasillo OJERAS grabado por la RCA VÍCTOR bajo el título RECUERDO ANGUSTIOSO, atribuyendo la composición a los Hnos. López. Por gestiones del Consulado, hace que se rectifique el error cometido y dicha disquera le propone la grabación de 12 de sus poesías con música de Francisco Paredes Herrera, composiciones grabadas en Buenos Aires por la cantante Marta de los Ríos.

Ha recibido múltiples homenajes en su provincia, tanto del Consejo Cantonal como de la Casa de la Cultura núcleo Chimborazo, fungió como Presidente de la Sociedad de Artistas y Compositores de Chimborazo.

La poesía de Ángel Leonidas Araujo, por su contexto bastante sentido, se consagró para siempre; aún más cuando varias de sus composiciones fueron interpretadas en la voz de la alondra ecuatoriana “Carlota Jaramillo” a quien dedicó su poema llamado Llinllinela (conocido también como: QUIÉREME ASÍ, AL FIN SABRÁS O CARLOTA JARAMILLO) que con la musicalización de Miguel Jaramillo se convirtió en uno de los albazos más representativos de este compositor.







CARLOS AURELIO RUBIRA INFANTE



Nace en Guayaquil el 16 de septiembre de 1921, en el hogar formado por el Sr. Obdulio Rubira y la dama Amarilis Infante. Realizó sus estudios en la escuela de la Sociedad Filantrópica del Guayas y luego en el plantel de la Sociedad Amantes del Progreso, no concluyó la instrucción secundaria porque falleció su padre cuando Rubira tenía 14 años y tubo que dedicarse a diversas actividades para sostener el hogar; se desempeñó como vendedor de barquillos y trabajador de la fábrica de hielo de la cervecería, en la sanidad envolvía veneno para ratones, ayudante de gasfitero, bombero voluntario, ordenanza del batallón Quito No. 2 donde se quedaba a oír la retreta de la banda.



La actividad musical comenzó con su primo Pepe Dredsner, primero cantando en casa y luego en fiestas particulares; cuando aprendieron a tocar la guitarra creció la actividad musical y sus amigos les llamaban Los Mariachis porque su especialidad era la música mexicana.



Su primera composición fue Perdóname madrecita, pues su progenitora se oponía a que anduviera con canciones y guitarras ya que llegaba tarde a casa; un día la madre que le había amenazado en no dejarle entrar a dormir si no llegaba temprano cumplió su promesa, resentido, esa noche se fue a caminar por la ciudad y se encontró con un amigo que viajaba a “La Libertad” donde Carlos Rubira tenía parientes, le pidió que le llevara y accedió, horas después estaba cantando para un grupo de personas en un salón; al siguiente día compuso la primera canción y fue a su madre.



A los 20 años de edad ya era conocido como artista y compositor, además dentro de sus méritos se destaca el de formador de grandes voces del pentagrama; no he sido maestro de nadie, dice modestamente, pese a haber dirigido los primeros pasos de cantantes como Fresia Saavedra, Pepe y Julio Jaramillo, entre otros artistas. Tomó fama por los duetos que formó con Julio Jaramillo, con quien grabó su pasillo ESPOSA, con Gonzalo Vera Santos ROMANCE DE MI DESTINO, con Olimpo Cárdenas formó el dúo los Porteños con quien graba el primer disco hecho íntegramente en el Ecuador; el pasillo EN LAS LEJANÍAS. Nunca estudió música (es talento natural) y fue también “Productor de radio”.



Se desempeñó como presidente de la Asociación de Artistas del Guayas ASAG, Vicepresidente de la Sociedad de Autores y Compositores del Ecuador SAYCE, Diputado alterno de un Movimiento Independiente en el Congreso anterior, entre otros cargos.



Se ha hecho acreedor a varios homenajes: en 1950 en Chile a donde fue invitado por la Sociedad de Músicos obtiene también el primer premio en improvisación; en Bogotá en mayo de 1978 recibió la placa folklórica como el “Folklorista de América”, fue homenajeado en 1958 en Radio “Tarqui” de Quito en el programa “Fiesta del pasillo” y otras.



Ha compuesto alrededor de 400 canciones entre pasillos y pasacalles, sanjuanitos, albazos, valses, entre otros ritmos. Entre sus composiciones figuran: Guayaquileño, Guayaquil pórtico de oro (Pasillo con letra de Pablo Vela; Ambato tierra de flores (pasacalle con letra de Gustavo Agües Villacrés); Esposa; Por qué, En las lejanías; Lindo Milagro; Lo mejor de mi tierra; El Cóndor Mensajero(Cuya interpretación por Fresia Saavedra lo convertiría en el himno del inmigrante Alauseño a lo largo y ancho del mundo); Playita mía (pasacalle con letra de Bolívar Viera); Mi primer amor (interpretado por Olimpo Cárdenas); Quiero verte madre, Quedas tranquila, Para entonces, Historia de amor, Al oído, Cálmate corazón, Alondra fugitiva, Desde que te fuiste, El cartero, Chica linda, Venga conozca El Oro (pasacalle), El bautizo (albazo), Pedazo de bandido (aire típico), Lo mejor de mi tierra. A las madres le ha dedicado más de 20 canciones; cada provincia del país tiene dedicado una composición suya. El nombre de Carlos Rubira Infante ha logrado mayores proporciones en el campo de la composición musical.







CARLOTA JARAMILLO



Nace en Calacalí provincia del Pichincha, el 9 de julio de 1904 y muere en Quito el 10 de diciembre de 1987. Cantante, actriz; descendiente de familia cuencana, que heredó de su abuelo materno y de su tío Timoleón, (padre de Héctor Jaramillo) la afición por la música; con los que aprendió a rasgar la guitarra.

En 1922 por conmemoración de la batalla de Pichincha se organizó un concurso de canto para aficionados en el Teatro Sucre, el primer premio era una guitarra; Carlota y su hermana Inés hacía poco que habían llegado a Quito a estudiar para maestras en el Normal Manuela Cañizares; se inscribieron 19 participantes entre solistas y dúos siendo ellas las únicas féminas y resultaron triunfadoras; en poco tiempo Carlota se convirtió en la primera actriz del espectáculo en Quito.

Se casó con Don Jorge Araujo Chiriboga, quien fue el compositor de los inolvidables pasillos interpretados por ella con maestría y sentimiento, entre esos las composiciones que la llevaron a la fama, sendas distintas, imploración de amor, Terciopelo negro y Guambrita.

Su primer disco lo grabó en los estudios de Radio “El Prado” de Riobamba en 1938, el pasillo Amor grande y lejano de su cuñado Ángel Leonidas; La emisión de 1000 discos se agotó muy rápidamente. Luego el pasillo Honda pena de Carlos Villafañe y Guillermo Garzón, allí grabó alrededor de 10 discos. En 1942 Carlota Jaramillo y Luis Alberto Valencia graban a dúo para el sello Odeón de Argentina, y después para Ifesa del Ecuador el pasillo Sendas distintas.

Ha grabado en toda su carrera aproximadamente 20 L.P., sus discos han sido reproducidos en Latinoamérica, USA y Francia.

Murió a los 83 años de edad a causa de traumatismos cerebrales producidos por una caída.







FRANCISCO PAREDES HERRERA





Nació en Cuenca el 8 de Noviembre de 1891 en una casona del barrio de San Francisco. Hijo único del Profesor Francisco Paredes Orellana, Músico y Organista, Maestro de Capilla y Cantor de la Iglesia Catedral, de San Francisco y de la capillita de los Salesianos, calificado de viejo bueno, bonísimo; y de su cónyuge Virginia Herrera, que falleció joven en Cuenca.

Siguiendo el ejemplo de su padre pronto demostró un claro talento para el arte, y desde muy niño se interesó en el aprendizaje de la guitarra, la concertina y el armonio, siendo su progenitor quien le inculcó los rudimentos musicales.

De escasos siete años ingresó a la escuela de los Hermanos Cristianos donde hizo la Primera Comunión, cantó en el Coro escolar que dirigía el Hermano Agustín y completó la primaria. Luego pasó al Colegio de San Luis y fue un alumno bueno pero tan olvidadizo que a veces ni siquiera preparaba las lecciones por componer música. Por eso, al llegar al quinto curso abandonó los estudios para tomar clases de armonía y composición con el padre italiano José Nicolás Basso, de la Orden Salesiana.

En 1904 se inició como Ayudante de la Dirección de Bandas Militares de Cuenca, cargo en que mantuvo con breves interrupciones hasta 1915 y como tenía una hermosa caligrafía también fue copista de música de dichas Bandas.

Era un joven que vivía inmerso entre notas y melodías, componiendo canciones con tanta facilidad que causaba el asombro de las gentes sencillas de entonces, poco familiarizada a esta clase de genialidades. En 1910 creó el pasodoble "Viva Plaza" dedicado al General Leonidas Plaza Gutiérrez y estrenado ese año en Cuenca por la banda del Batallón "Constitución".

En 1913 compuso el vals "Soy Feliz" dedicado a Rafael Sojos y con Alfonso Estrella Marchan partieron a la provincia de El Oro en gira artística. Primero estuvo algún tiempo en Zaruma, organizando una banda militar y conquistando no solamente por su arte, sino también por sus delicados modales y elegancia en el vestir. Con su amigo eran los dandies preferidos en todos los ambientes y despertaban ilusiones en los corazones femeninos. Allí formó la banda de la escuela "Juan Montalvo", actual Centro Escolar "Guillermo Maldonado".

De vuelta a Cuenca tras esta primera aventura formó con Estrella, Remigio y Rafael (Rapha) Romero y Cordero, Rafael Sojos, Carlos Arízaga Toral, Aurelio Ordóñez Zamora, Enmanuel Honorato Vázquez Espinosa y otros más el célebre Club Estrella y compartieron una sana bohemia de música y literatura.

Paredes era por entonces un guapo mozo que solía brindar por las noches hermosos serenos. "Garboso, ufano con el buen terno, la pavita de rebeldes crenchas, corbata de lazo, su flor en el ojal, pantalón listado, el abrigo al brazo.... no le rodaba un moco".

En 1919, durante el trayecto del camino a una serenata vísperas de San Juan, compuso la música del célebre pasillo "El alma en los labios" basado en la letra del malogrado vate guayaquileño Medardo Angel Silva, que se empezó a tocar y a cantar con inusitado éxito y delirante entusiasmo en todo el país. (1)

Entre el 20 y el 22 enseñó música en el Colegio "Nueve de Octubre" de Machala querido de profesores y alumnos e hizo entrañable amistad con Rodrigo Chávez González, a la par que enviaba sus composiciones a José Domingo Feraud Guzmán para que fueran impresas en ediciones para rollos y en rollos para pianolas y como estaban en toda la moda ritmos tales como el one sep, el fox trot, la polka y el cuplet, compuso de acuerdo al momento histórico y social que se vivía, que no era otro que el de los Estados Unidos y la Europa de la primera postguerra, tiempo en cual la gente se volvía frenética en las fiestas.

En 1922 compuso el pasillo "Anhelos" con letra del poeta mexicano Juan de Dios Peza y viajó a Guayaquil como Director artístico de la fábrica de rollos para pianola de Feraud Guzmán, donde se mantuvo por seis años, ayudándose económicamente como docente de música en algunas escuelas fiscales.

En 1928 un numeroso grupo de intelectuales del país pidió al Ministro de Instrucción Pública, que habiendo concluido la beca en París del pianista Gustavo Bueno, se le traspasara a Paredes, lo que no fue posible por negativa del gobierno. Ese año falleció su padre en Guayaquil, pues desde hacia algunos años le acompañaba y estaba muy viejecito.

Era el más popular compositor nacional no sólo de música sino también de letras que daba a conocer bajo diferentes seudónimos porque siempre tuvo algo de poeta. Por sus anotaciones personales sabemos que gustaba firmar sus composiciones utilizando los más diversos nombres.

(1) Silva se había suicidado la noche del 10 de Junio de 1919 pero la noticia arribó tarde a Cuenca, pues recién el 15 se enteró Paredes del in suceso, camino de la peluquería "La Elegancia" de Justo Lucero, que funcionaba en los bajos de la casa de Dña. Hortensia Mata. Impresionado vivamente, compuso la música que requería letra tan sentida como bella y el 21 la terminó, cantando el pasillo por primera ocasión la noche del 22, en el sector de la Virgen de Bronce, ante sus amigos Alfonso Estrella Marchán, Alberto Andrade Córdova y Víctor Sarmiento.

En 1930 compuso la música del pasillo "Rosario de Besos" con letra del poeta colombiano Libardo Parra Toro. Esa fue una de las primeras composiciones suyas grabada por la casa disquera "Víctor" y desde entonces las más afamadas casas grabaron sus composiciones. El 32 formó el Trío Guayaquil con el tenor Alfonso Calero, el barítono Carlos A. González, y Paredes en el acompañamiento al piano, realizando varias giras artísticas por el país.

En 1933 compuso el pasillo "Tú y yo" con letra de Manuel Coello Noritz, poeta de Gualaceo y amigo muy querido suyo, melodía que se popularizó en 1964 cantada por los Hermanos Miño Naranjo y obtuvo el Primer Premio de la segunda Feria de la Canción Iberoamericana.

En 1935 puso música de pasillo al poema "Manabí" de su amigo Elías Cedeño Jerves, quien se inspiró en una puesta de sol guayaquileña para escribir dichos versos. La música quedó tan bien y resultó tan hermosa que Cedeño se emocionó enormemente y desde entonces es el Himno de esa provincia.

En 1936 la banda de la Armada de los Estados Unidos interpretó su obra "Recuerdos del Chimborazo" en un Concierto al aire libre en Bound Brook, New Jersey, trasmitido por la Red Azul de la National Brocadcasting Company en onda corta y para América Latina.

Ese año decidió sentar cabeza y empezó a trabajar como profesor de música de las escuelas de Guayaquil pero el nombramiento definitivo recién le llegó en 1943. Enseñaba Cantos y Rondas infantiles de acuerdo a la edad, obras en ritmos nacionales y nociones sobre teoría musical. Estableció un Plan de Música y Canto para los seis grados primarios con horas sociales y lo demás. Talentoso y cumplidor en sus horarios, lo hacía todo con mucha seriedad.

En Agosto del 36 contrajo matrimonio en Quito con la dama guayaquileña Virginia León Barrera, de familia de músicos como él, matrimonio feliz aunque sin hijos. Tuvo de testigo al notable músico y compositor Sixto María Duran y volvieron a Guayaquil, habitando una casa de madera en Clemente Ballen entre Boyacá y García Avilés.

Era un caballero naturalmente elegante en el vestir y muy preocupado de su persona, aunque tímido y "sencillo como un nene", que pasaban por Victoriano y bohemio y se entregaba en efusivos raptos de amistad al prójimo, por eso se contaban sus amigos por legiones y quiza por eso mismo había llegado a los 45 años sin tener ahorros ni inversiones.

De temperatura nada vulgar, moreno, alto, delgado y de buen porte, "achicaba sus ojos la espontaneidad de la sonrisa entre la jorga". En política era un convencido militante socialista que había compuesto la música del Himno de ese partido y en su casa empezaron a celebrarse las reuniones del Consejo Provincial Socialista del Guayas.

Ese año recibió el Homenaje de la Orquesta Filarmónica de Cuenca, "El Universo" colocó su retrato en el salón de honor del periódico por ser el autor de la música del himno institucional, y puso música al poema Partir" del colombiano José María Tres Palacios, surgiendo el "Unamos los Corazones".

En 1937 inició un Diario de anotaciones personales que se conserva en poder de los parientes y a pesar que era considerado una máquina de hacer música y que componía sin descanso de día y hasta de noche, vivía modesta y pobremente, de su sueldito de profesor fiscal, pues aún no era obligatorio el pago de regalías por autor.

En 1945 recibió el Homenaje de varias instituciones culturales del país. El 47 una Mención de Honor de la Casa Reed and Reed. Ese año Ifesa comenzó a producir los primeros discos ecuatorianos en Guayaquil. Eran de 78 revoluciones por minuto y al carbón. El primero contenía el pasillo “En las lejanías” del dúo Cárdenas–Rubira y el valse “Ofrendas” del dúo Cárdenas-Mendoza. La novedad quedó rápidamente rezagada pues el 48 apareció el Long Play en los Estados Unidos que ofrecía 25 minutos por lado en lugar de los 5 del disco del carbón. Los Long Play recién se produjeron en 1972 en el país. El 48 dedicó una sentida composición al Presidente Galo Plaza y su versión del Himno del Cantón Gualaceo fue oficializada.

Sufría desde hacía algún tiempo de dolencias estomacales que se le fueron agudizando con el paso del tiempo al punto que ya no le dejaban salir de su casa y falleció en la madrugada del 1° de Enero de 1952. Su entierro se realizó el mismo día en el Cementerio General. Al cumplirse el año sus amigos le dedicaron una hermosa lápida de mármol. Durante el acto cantó sus canciones la soprano lírica española Maria Francisca Rimbaud.

Se le conocen 219 composiciones pero el resto de sus obras que suman un total de 857 corresponden a 43 ritmos distintos. No produjo música sacra en razón de sus ideas, pero fue un romántico que supo cantar al amor y a la mujer, a la nostalgia, a las alegrías y penas de la vida, así como a la poesía y tristeza de los ratos perdidos.

Existe una recopilación de sus obras con datos biográficos suyos escrita por su pariente la Dra. Paredes Roldan y titulada "Del sentir cuencano F.P.H. su vida y su obra 1891 -1952".

“Horas de Pasión”, letra del vate mexicano Juan de Dios Peza con el que traspone por primera vez las fronteras patrias y alcanza prensajes en Colombia, República Dominicana, Estados Unidos y España; los pasillos “Manabí”, “Rosario de Besos”, “Unamos los corazones”, el “Último Pasillo”, “Anhelos”, “Como si fuera un niño”, “Amor que Renace”, Paloma del ensueño”, Playas del Adiós”, “Por tu amor”, “Un triste despertar”, “Vamos linda”, y, finalmente, el Pasillo “Tú y Yo” con versos del Dr. Manuel Coello, que fue llevado por los Hermanos Miño Naranjo a la Segunda Feria de la Canción Iberoamericana realizada en Barcelona, España, donde obtuvo el Primer Premio. Los Sanjuanitos: “Cuitas de amor”, “Al pie del Capulí”, “Palomita cuculí y muchos creaciones más. Pese a lo popular de sus composiciones y el éxito que éstas tenían, de todas las menciones honoríficas que ganó Paredes Herrera durante su trayectoria de compositor, a más del título ganado en el Festival Español, sólo utilizó el conferido por el Ministerio de Educación en que se lo declaraba profesor de música a nivel escolar.







GONZALO CASTRO RODRÍGUEZ



Arpista y compositor, nació en el cantón Pillaro provincia del Tungurahua el 24 de enero de 1931; desciende de familia de artistas, su padre Don Segundo Manuel Castro (el arpista del Ecuador), que enseño a todos su hijos a tocar este instrumetno; formaron el conjunto LOS HERMANOS CASTRO, Juan el Arpa, José el Violín y Segundo la guitarra; luego se integra Gonzalo, que es el menor. La agrupación familiar duró 40 años.

Con su arpa ha realizado infinidad de grabaciones como acompañante de los mejores artistas nacionales de la época de oro, como el dúo Benítez y Valencia, las hermanas Mendoza Suasti, los Miño Naranjo, los Embajadores y Julio Jaramillo. También tiene grabaciones como solista. Ha acompañado a muchos artistas ecuatorianos y extranjeros; Jesús Vásquez, Lucho Barrios, entre otros, con la frustración de que no logró acompañar a Carlota Jaramillo. Ha paseado nuestra música con su arpa por toda Sudamérica, Estados Unidos, España, Hamburgo, y muchos más; sus hijos Iván, Luis y Manolo siguen sus pasos, poseen un estudio digital donde graban las estrellas del momento.

Actualmente toca en el Hotel Sheraton de la ciudad de Guayaquil y son sus composiciones: Angustia de vivir, Mi destino, Cariño mío, entre otras.

Su hijo Luis recibió su herencia musical y esa vocación y talento la complementó con estudios en el conservatorio Antonio Neumane. Se especializó en guitarra clásica. Fue alumno del maestro Ryuhei Kobayashi.

El maestro Castro comenta: “Es falla del sistema que a los jóvenes no les guste nuestra música ya que es de nuestra propiedad, hay que tenerla viva y no negar lo nuestro…”









Julio Jaramillo

("EL ruiseñor de América")



Cantante y compositor, Julio Alfredo Jaramillo Laurido, nació el 1ro de Octubre de 1935, en un pequeño departamento en Gómez Rendón y Villavicencio en la ciudad de Guayaquil. Una de las voces más privilegiadas y queridas de América es la de Julio Jaramillo, cantante guayaquileño, y es a través de su biografía que sus canciones cobran vida. Allí trabajaba en una zapatería cuando inició su vida bohemia Fue un hombre lleno de debilidades y virtudes como cualquier ser humano, que tuvo el don de cantarle al amor como ningún otro lo hizo en Ecuador, y quizá en Latinoamérica. Procreó 42 hijos, de los cuales 39 fueron reconocidos.



En 1960 abandona su patria para realizar su proyección como cantante a nivel internacional, alcanzando gran éxito en Uruguay, Venezuela y México, país al que siempre regresaba a cubrir temporadas grandes de éxitos. Como su permanencia en varios países fue por largo tiempo, estos le adjudicaban la nacionalidad de Julio; por ejemplo en Venezuela que residió por diez años la mayoría de su gente cree que el era venezolano, lo mismo sucede en Colombia, Perú y México.

Realizó grabaciones a dúo con muchos personajes entre los cuales se destacan Olimpo Cárdenas, Alci Acosta, Daniel Santos y otros. Fue sin duda un cantante versátil, su estilo no se limitó a interpretar el pasillo, entre sus más de cinco mil grabaciones incluyó: boleros, valses, tangos, cha cha chas, una que otra ranchera y también temas con ritmo del folklore venezolano y paraguayo.

Nuestro Juramento fue la canción que lo hizo famoso y su disco rompió records de venta que aún hoy, habiendo transcurrido más de cuarenta años, cuesta mucho alcanzar. De pronto, Ecuador fue más visible que nunca en el mapa. Desde México hasta Bueno Aires, pasando por Lima y Caracas sus discos estaban de moda. Julio no se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo hasta que llegó a Montevideo y una multitud de fanáticos lo fue a recibir para volverlo a bautizar como Mr. Juramento.

La noticia de su fallecimiento fuer dada a conocer por la radio y por la prensa internacionalmente; el día 9 de febrero de 1978 había dejado de existir el famosos cantante y compositor Julio Jaramillo, como consecuencia de cirrosis hepática, hipertensión renal, complicaciones cardiacas; cuando los médicos intentaban hacerle una nueva operación en un desesperado esfuerzo por salvarle, un paro cardiaco puso fin a su existencia

La multitud ocupo varias cuadras a la redonda e interrumpió el tráfico y seguía llegando la gente y muchos grupos comenzaron a cantar Fatalidad y Nuestro Juramento.

…“Julio Jaramillo camino por las mismas calles que nosotros, se guareció bajo los mismos portales y canto debajo de los mismos balcones, y aun así tuvimos que esperar el cariño que vimos en su entierro para comprender el significado que tuvo su vida y su trayectoria musical, recién nos dimos cuenta que del error que habíamos cometido cuando lo dejamos partir, de la forma que lo hicimos, a buscar en otros países el reconocimiento que aquí se le negaba”.

Aprendió a tocar la guitarra en su barrio, en Guayaquil. Con dos de sus amigos formó su primer trío e hicieron presentaciones en Manabí y Esmeraldas. Su primera grabación fue una canción de campaña política, otra grabación la hizo a dúo con la cantante Fresia Saavedra, con dos temas, un yaraví del compositor Alberto Guillén Navarro y un valse de Gonzalo Vera Santos.

Jaramillo es una leyenda y a la hora de calificar a los valores que Ecuador ha tenido a lo largo de esta centuria, sin duda alguna será considerado como el mejor cantante del siglo.







LUIS ALBERTO "EL POTOLO" VALENCIA



Nació en Quito en el populoso barrio La Tola el 23 de Abril de 1918, fueron sus padres Don Manuel Antionio Valencia y Doña Dolores Córdova quienes en sus hijos Luis Alberto y Olga Beatriz tienen la representación del arte que ellos también lo practicaron.

Mucho se ha escrito sobre su vida de cantante, formando dúo con su hermana Olga, Esperanza Rivadeneira, Rigoberto Mena, Nelson Chávez y por último y el más destacado con Gonzalo Benítez, formando el dúo Benítez y Valencia.

Durante su vida recibió innumerables condecoraciones y preseas destacándose en 1962 CABALLERO DE HONOR DE LA REPÚBLICA, condecoraciones al mérito de las Municipalidades de RIOBAMBA, AZUAY, OTAVALO, LOJA, ATUNTAQUI, entre otros.

Sus composiciones e interpretaciones tienen como testigos de su hacer artístico a casi todas las estaciones radiales ecuatorianas, éstas conservan en sus rincones los recuerdos nostálgicos de su alegría bohemia.

Entre sus más destacadas obras musicales están los pasillos AQUELLOS OJOS, TU PARTIDA, ACUÉRDATE DE MI, Los Albazos AMOR IMPOSIBLE, POR DONDE ANDARÁS MI AMOR, y otros ritmos como VASIJA DE BARRO, EL TORO BARROZO, la tonada LEÑA VERDE, y más.

En la plenitud de su vida, el destino trunca su arte, cuando Riobamba le expresaba su cariño le sobreviene la muerte, cantando como siempre lo deseó.

El artista Ernesto Albán, más conocido como (DON EVARISTO), al despedirlo dijo: “A PESAR DE QUE FÍSICAMENTE ESTÁ MUERTO, PARA EL FUTURO VIVIRÁ MÁS, PUES EL DIOS DEL MUNDO QUE ES EL PUEBLO, LO TENDRÁ PERMANENTEMENTE EN SU MEMORIA”.







NALDO CAMPOS



Músico, arreglista, compositor, requintistas, organista, acordeonista. Nació en el cantón Santa Ana, provincia de Manabí, el 7 de noviembre de 1949; hijo de don Alberto Campos y de doña Amalia Fanía Sornoza; A los 6 años comenzó a tocar guitarra, a los 10, el requinto. Aprendió solo, después tuvo contacto con músicos, como Manuel Rosales, quienes le enseñaron que no era suficiente tocar bonito sino estudiar muchísimo.

su hermana Holanda quería que la gente se enterara que hay un muchacho que toca bien el requinto y formaron un trío para grabar un disco, es así como se hace conocido en Ifesa. En ese tiempo Julio Jaramillo había llegado al Ecuador y estaba grabando allí y necesitaba alguien que tocara junto a Rosalino Quintero y fue escogido, tenía solo 15 años. Esa misma tarde empiezan a ensayar. En esos tiempos, el cantante y los músicos grababan en directo. Por estar escuchándolo cantar, Campos cuenta que un par de veces se le olvidó el momento de tocar “y discúlpeme le decía. Fue por estar escuchando a don Julio. En esa época era don Julio y terminamos siendo grandes amigos. Son recuerdos muy gratos”, dice Campos, en adelante dirigió y acompañó con su requinto a Julio Jaramillo en por lo menos 10 discos y en varias giras nacionales y extranjeras.

Estudió clarinete en el Conservatorio de Música de Guayaquil, a los 20 años de edad por su maestría fue integrante del trío Los Brillantes junto a Olguita Gutiérrez y Héctor Jaramillo, esa fue una de sus mejores experiencias artísticas por cinco años; experiencia que considera de las mejores ya que fue formativo para el desarrollo como artista responsable.

Naldo Campos es el creador de los arreglos de música ecuatoriana en fusión con ritmos extranjeros, para el artista Héctor Jaramillo, con verdadero éxito.

Tiene más de treinta años de dirigir grabaciones; con el uso de la guitarra como requinto ha sido PIVOTE del movimiento músico-cultural; ha dirigido a la mayor parte de los artistas nacionales y entre los extranjeros a Daniel Santos, Alci Acosta, Lucho Barrios, Pedrito Otiniano, Los Kipus, Orlando Contreras, Tito Cortez, Jesús Vásquez, entre otros; ha grabado en países como México, Colombia, Venezuela y USA.

Se dedicó a componer, es autor de letra y música de unos 150 boleros, pasillos, valses, temas bailables y las más importantes: los pasillos TENDRÁS QUE RECORDARME, POR TI LLORANDO, PARECE MENTIRA, AUNQUE NOS DIGAN AMANTES, el vals JUNTOS Y AMANTES, entre muchas otras.

Sobre el escenario trabaja muy poco porque es amante de la disciplina y persigue la perfección. Naldo Campos sin duda alguna es un hombre que ha enriquecido la cultura de nuestra patria.







NICASIO SAFADI



Nació en Beirut, Líbano, en el año de 1902, arribó a tierra Huancavilca cuando tenía cinco años de edad y con amigos del barrio de Clemente Ballén y Francisco García Avilés, aprendió sus primeras palabras en español , posteriormente se nacionaliza como Ecuatoriano.

En 1910 ya dominaba la lengua de la madre patria y sabía tocar guitarra de “oído”. Todas las noches de ese Guayaquil que no volverá, “el turquito” alegraba a los habitantes de su barrio con canciones ecuatorianas. Decidió aprender música a su manera, dominando la guitarra, el bandolín, el contrabajo y empezó a componer. Al mismo tiempo formó una serie de dúos con: José Alberto Valdivieso Alvarado (Diablo Ociosos), con Zapatier, con el “peruano” Chávez y otros, hasta unirse con Enrique “Pollo” Ibáñez y consolidar el dúo Ecuador.

Uno de sus capítulos más interesantes de su vida fue el viaje que emprendió a Estados Unidos, en compañía del el “Pollo Ibáñez”, con quien formó el inmortal dúo Ibáñez Safadi, y que culminó con la grabación de inmortales páginas de nuestro pentagrama como “GUAYAQUIL DE MIS AMORES”, un pasillo que se convirtió en himno de todos los guayaquileños. Partieron el 4 de Junio de 1930, en el Transatlántico “Santa Teresa”, realizando una serie de exitosas presentaciones en ciudades como: Buenaventura, Panamá y la Habana. Finalmente, en Nueva York, hicieron muchas grabaciones para las marcas Ónix de Ecuador, y CBS Columbia Internacional.

Nicasio Safadi tuvo muchos discípulos, entre ellos: Carlos Rubira Infante, Olimpo Cárdenas, Dúo Mendoza Sangurima, Julio Jaramillo, Máxima Mejía, Blanquita Palomeque, Dúo Saavedra Palomeque, Nancy Murillo, Vicentica Ramírez, Pepe Oresner, Hnos. Montecel, entre otros.

Contrajo matrimonio con Enriqueta Vásconez en Guayaquil con quien tuvo 5 hijos. En los últimos años de su vida, una inesperada trombosis lo tuvo durante varios meses cerca del momento final. Repuesto, a costa de tanto sacrificio, quedó sin embargo imposibilitado de mover manos y brazos, por lo que no volvió a tocar su guitarra; a pesar de todo, seguía componiendo llegando a sumar veinte álbumes de sonetos-pasillos. En los últimos años, fijó su residencia en una villa de la ciudadela “La Atarazana”, frente a la cual cruza la avenida que hoy lleva su nombre.

Safadi, falleció en la tierra de su gloria el 29 de Octubre de 1968, al día siguiente fue sepultado en la misma ciudad al son de su inmortal pasillo “GUAYAQUIL DE MIS AMORES”, tal como él lo había manifestado en más de una oportunidad.

Entre sus más destacas obras aparte de GUAYAQUIL DE MIS AMORES recordamos sus inolvidables temas: “Ojos que matan”, “Invernal”, “Los Jilgueros”, “Si… pero calla”, “Pobrecito mi cariño”; “Lirios de amor”, “El verso imposible”, “El viajero solitario”, “Después de aquella noche”, “Sueño y Dicha, “Y yo no he de volver”.







NICOLAS FIALLOS



Nicolás Fiallos nació en Baños, en Tungurahua, el 25 de julio de 1919. Es viudo. Estuvo casado con Macrina Guevara, con quien contrajo matrimonio cuando él tenía 22 años y ella un poco menos de 16 años. Tuvo dos hijos: Jaime Enrique y Rafael. Tiene 10 nietos y 11 bisnietos.

Sus registros son precisos en el número de canciones compuestas: 350. “Componía en un escritorio que tenía. Mi mujercita se sentaba y conversaba conmigo. A veces ella hasta me ayudaba”, recuerda. Ha pasado por sellos como Odeón, Ifesa (Orión) y Pirles (que fuera un anticipo de Ónix y Cóndor).

Tiene 160 canciones grabadas. Entre sus canciones más reconocidas se encuentran los pasacalles: El mendigo, Otro cielo, Rinconcito ecuatoriano; y Adiós guambrita; los pasillos: Solo, Fatal pasión, Besos, Gracias amor, Olvido, Amor incomparable, Vuelta al hogar, Te quiero te quiero, Contempla y dímelo, Amémonos; los albazos, Mi dolor, El mantenedor; los aires típicos: Dos instantes, Toda mi vida y Adiós; y el sanjuanito Linda baneña. Su fuerte siempre ha sido la música e incluso tiene temas en los que utiliza poemas, como “Llénalo de amor”, basado en un texto de Amado Nervo.

Fue pintor y dibujante. Trabajó para Ifesa dibujando los avisos de prensa de los lanzamientos de las nuevas canciones que iban apareciendo. También se dedicó a pintar las vitrinas del almacén “Emporio Musical”, en Guayaquil. Allí también fue zapatero, pero el negocio solo duró un año.

Vive al sur de Quito, en un terreno que compró cuando llegó a vivir a la ciudad, de manera definitiva, hace 40 años. Lo hizo con su mujer, Macrina Emelina, y con los dos hijos de ambos. Hoy eso parece muy lejano, sobre todo cuando afirma sin problema que vive en la soledad, y luego lanza una sonrisa. “Mi mujercita falleció cuatro meses antes de cumplir 63 años de casados. Luego me vine a vivir acá con mi hijo, y hace un año y cuatro meses él falleció”, cuenta. El dejo de dolor de Nicolás, que cualquiera se puede imaginar, no se refleja cuando habla… pero la situación cambia cuando intenta un pasillo, un pasacalle o un aire típico, con su guitarra.

“No he tenido que bajarles el tono a las canciones que canto. Las toco en las mismas notas que cuando empecé a grabar”



Este músico, compositor, pintor, zapatero, tiene en su registro una serie de temas que han sido cantados por varios artistas, entre ellos Julio Jaramillo, Hnas. Mendoza Suasti, Paulina Tamayo, Segundo Rosero, Hnas. Mendoza Núñez, Trío Colonial, Teresita Andrade, Ana Lucia Proaño y Margarita Laso. “Muchos profesionales y artistas reconocidos han interpretado mis canciones”, dice. ¿Alguna versión favorita? Nicolás tiene la respuesta precisa: “Todas son muy buenas. Cada una con su estilo, pero siempre dirigida a darle éxito a la canción”. Años atrás él había sido la voz de sus canciones o de creaciones de otros, todo por la fascinación que surgió en su natal Baños, cuando cierto día en casa de su abuela encontró una guitarra vieja y se apropió de ella. Tenía 7 años. Un año después era el cantante de la familia, de la escuela, de las fiestas y horas sociales. “Solía cantar canciones a las que les agregaba estrofas que me iba inventando”, recuerda. Su auditorio se daba cuenta, lo festejaba, eran los tiempos del juego. Esta época llegó a un punto en el que el deseo de travesear se tradujo, el día que murió su abuela, en el acto de revisar libros y encontrar un poema. El autor de esas palabras no importa en esta historia. Lo relevante está en que algo se movió en el niño para tomar su guitarra y crear una armonía en ritmo de pasillo.“Marchita flor” dio inicio al compositor.Cuando la luz eléctrica llegó a su hogar, la radio le reveló el universo de músicos y cantantes. Decidió seguir ese camino. En su primer día en Quito, un poco antes de cumplir 18 años, consiguió entrar en ella. Julio Cañar, otro baneño compositor, autor del pasodoble “Sangre ecuatoriana”, lo llevó a radio El Palomar; luego pasó por radio Bolívar hasta permanecer cuatro años en radio Democracia. Era la época de las presentaciones en vivo en los estudios, a inicios de los años 40. Nicolás no estaba solo. Lo acompañaba Vicente Acosta, coterráneo, y juntos formaron el Dúo Los Baneños, que años después, en un viaje a Guayaquil, se desintegraría.

La historia da su vuelco en 1945, cuando Luis Pino Yerovi lo contrata para que grabe en su sello “Odeón”. Como parte de su dúo y del grupo Cachullapi, Nicolás empieza una carrera que lo llevó por varios escenarios del país, a hacer canciones para múltiples artistas y a ser acompañamiento de otros, todo en medio de una certeza, por la que se reconoce deudor de quienes vinieron antes que él, a quienes llama sus maestros, “los buenos compositores”… aunque por una razón que se puede denominar humildad, él no quiere colocarse en el grupo. Quizá eso sea trabajo de otros.

Fue Presidente de la Sociedad de Autores y Compositores Ecuatorianos (SAYCE). A sus 90 años continúa afinando su guitarra, trabajando temas que ingresarán al patrimonio de su obra. Canta con el mismo ímpetu de cuando empezó, hace 70 años.







PEDRO PABLO "PERICO" ECHEVERRÍA



Nació en el barrio de San Diego en Quito, el 4 de septiembre de 1904 y murió en Quito el 2 de julio de 1985. Hijo de Manuel Echeverría y de Victoria Terán; compositor y violinsta. Estudió en el Conservatorio Nacional de Música de Quito, del cual posteriormente fue catedrático, integró la Orquesta Sinfónica Nacional desde su fundación el 2 de mayo de 1956. Fundador y socio de la Sociedad de Autores y Compositores Ecuatorianos “SAYCE” en 1979. Este gran autor y compositor de música ecuatoriana es creador de los pasillos “Sangra Corazón” grabado por la Hnas. Mendoza Suasti; “Cansancio” grabado por Don Luis Alberto Potolo Valencia; las tonadas Penas, Queja indiana, Esos tus ojos, los Albazos Infortunio, Amargura y un centenar de hermosas composiciones.



Esta gran creación “AMARGURA” fue inspirada en el largo romance que dejó profundas huellas en su vida. En 1956 durante una fiesta particular en Quito, conoció a una gran artista chilena que desde antes ella tenía el deseo de conocerlo por que admiraba sus composiciones. Fueron estrechando más su relación hasta que nació el amor entre los dos, un amor que a pesar de su mayoría de edad, se manifestó desde el comienzo con la vehemencia y la pasión de los jóvenes, pero era al mismo tiempo un amor prohibido, puesto que ambos estaban casados y con hijos.



A pesar de esta circunstancia, durante ocho años se amaron ciegamente; pero llegó un instante en que se dieron cuenta que eso no podía continuar y llegaron a la conclusión de separarse, era el único remedio, que aunque era muy AMARGO debía curarlos de aquella gran pasión. Decididos a esto dejaron de verse, pero todo era en vano, a los pocos días su pasión los empujaba inexorablemente el uno al otro. Finalmente ella con mayor voluntad que la de don Pedro Echeverría, viajó a los Estados Unidos y no volvió más. Se fue repentinamente sin decir nada, ni siquiera un adiós; nuestro gran maestro sufrió mucho, bebió con exceso para mitigar la pena y hasta lloró por la pérdida de ese carió. En aquellos instantes tan amargos, nació AMARGURA en letra y música, una tarde del mes de noviembre de 1964. El nombre es AMARGURA y no AMARGURAS y lo grabó por primera vez el dúo Miño Erazo, con los arreglos y ensayos de Don Pedro Pablo Perico Echeverría.





Yo llevo en el alma una amargura,

dolorosa espina que me mata,

es que tu partida me tortura

y en silencio lloro mi dolor.



Fuiste tu mi fe y mi esperanza,

dueña de mis sueños juveniles,

eres la ilusión que no se alcanza,

eres tú la dueña de mi amor



Quiera Dios que vuelvas algún día

Para poner fin a mí tormento

Solo tu regreso calmaría

Ya que por tu ausencia me lamento

Vuelve pronto vuelve amada mía

Para así calmar este sufrir.



Esta composición nos describe lo sensible que es el alma de un compositor, quizá el doble del común de los mortales.









SEGUNDO BAUTISTA VASCO



Don Segundo Bautista nació en Salcedo (Cotopaxi) el 23 de diciembre 1935. Guitarrista, pianista, acordeonista, cantante autor y compositor. Estudió en la escuela de no videntes en Quito. A los seis años empezó formalmente su aprendizaje de piano, guiado por uno de sus compañeros de la escuela. La guitarra, en cambio, la aprendió a ejecutar a raíz de una donación que de este instrumento le hizo la señora Laura Rivera de Arteta, de la Cruz Roja, después de saber de la gran afición que tenía Bautista por la música. Formó el trío "Los Montalvinos", "Cuerdas y fantasía" integró el Conjunto Los Barrieros y luego prosiguió como solista.

Entre sus composiciones musicales constan: Collar de lágrimas (fox incaico) (letra de Ruperto Carrión); Mis tres diablitos (zapateado); Ilusión fugaz (tonada); Me alejo de ti (pasacalle); Cariñocita (zapateado); Proceso de amor (tonada / Segundo Bautista (música y texto); y la música del Himno de la Sociedad de Autores y Compositores Ecuatorianos SAYCE, entre muchas otras.







VÍCTOR VALENCIA NIETO



Fiel cantor y cultivador de la mejor música, Don Víctor Manuel Valencia Nieto, nativo de Machachi, Provincias del Pichincha, nace el 24 de diciembre de 1894, hijo de Daniel Valencia y Doña Eloisa Nieto. Terminando sus estudios primarios pasó al Instituto Nacional “Mejía”, para luego de graduarse continuar sus estudios en “Calígrafo”.

Durante 28 años trabajó para nuestra Cancillería en calidad de Calígrafo siendo condecorado en dos ocasiones con la “Medalla al Mérito”.

Fue en estos años cuando nace en su corazón y en su alma la vocación del arte musical como autor y compositor y desde entonces ha venido entregando en cada una de sus composiciones originales un pedazo de su alma en el pentagrama para hacernos vivir la triste o alegre evocación de un recuerdo.

Triste es recordar la desaparición de este gran autor nacional un día 24 de diciembre de 1966, fecha en que entregó su alma al Creador a los 72 años de edad, legando en esta forma a su patria y a sus hijos la satisfacción inmensa de pasillos como: HACIA EL AYER, EN LA CRUZ, LEJOS DE TI, DISECCIÓN, ES EN VANO, MI VOLUNTAD; albazos como: AY NO SE PUEDE, DOLENCIAS, TORMENTOS, DECEPCIONES; el inolvidable yaraví QUIERO ABORRESCO Y OLVIDO; y otros cantares más, ha compuesto alrededor de sesenta temas en varios ritmos y todos ellos nacidos de lo más profundo de su alma